Lobotomía: aberraciones de la ciencia

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La lobotomía o leucotomía prefrontal consiste en un procedimiento quirúrgico por el cual se seccionan fibras nerviosas de la región frontal del cerebro, desconectando la corteza frontal del resto del cerebro.

No confundir con el término lobectomía, el cual hace referencia a la extirpación del lóbulo.

La idea de la cirugía como método para tratar las enfermedades psiquiátricas, surge a finales del siglo XIX como medida desesperada ante el vacío de técnicas terápeuticas. El inicio de esta investigación aparece en experimentos con animales y el estudio de las repercusiones que se obtenían después de la extirpación de diferentes zonas cerebrales (Goltz, 1869).

Egas Moniz (29 de noviembre de 1874 - 13 de diciembre de 1955) era un neurólogo, psiquiatra y neurocirujano portugués, que recibió, en 1949, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por el descubrimiento de la lobotomía.

Se correlaciona que el detonante y la puesta en práctica de la idea de Moniz, fue la asistencia en 1935 a el III Congreso Internacional de Neurología. Aquí, John Fulton, exponía sus experimentos sobre la fisiología de los lóbulos frontales y las consecuencias que había analizado después de la extirpación de los mismos en chimpancés.

Egas Moniz decidió poner en práctica estas investigaciones en cerebros humanos, perforando el cráneo hasta seccionar las fibras nerviosas que conectaban con el lóbulo frontal.

Los criterios de aplicación de esta "psicocirugía" recaía en personas con trastorno psiquiátrico como la psicosis o la esquizofrenia. El objetivo de Egas era reducir los componentes agresivos y los trastornos conductuales que ocasionaban.

A los 63 años, uno de sus pacientes que refería "no obtener un tratamiento adecuado", le disparó ocho tiros de los cuales sobrevivió, pero le dejaron paralítico para el resto de su vida.

Egas Moniz fue el precursor y el responsable del punto de inflexión de la lobotomía en seres humanos, pero Walter Freeman convirtió esta aberración en la gran terapia psiquiátrica de mediados del siglo XX.

Walter Freeman (Filadelfia, Pensilvania 14 de noviembre de 1895 - 31 de mayo de 1972) fue un neurólogo y psiquiatra de la escuela de medicina de la Universidad George Washington.

Junto con su amigo neurocirujano el doctor James W. Watts, presentaron en 1937 en la reunión anual de la Asociación Médica Americana los resultados que habían obtenido tras operar a 20 pacientes con patología psiquiátrica mediante la lobotomía. Detallaron el éxito significativo de 13 de los 20 pacientes mejorando su vida y permitiéndoles poder "llevar una vida normal".

Freeman quería acabar con los trastornos psiquiátricos de una manera fácil y rápida. Convencido de la eficacia de esta psicocirugía, en 1946 presentó al mundo una técnica llamada lobotomía transorbital que consistía en introducir un utensilio largo y fino (leucotomo) por encima del globo ocular, ahí se adentraba a golpes de martillo seccionando las fibras nerviosas del lóbulo frontal, y así, en menos de 4 minutos, ya había terminado con la operación.

Este nuevo método de intervención permitía a Freeman poder llevar una práctica ambulatoria y rápida, prescindiendo de quirófano y de anestesia general.

Fue así como, a través del llamado "lobotomobile", se recorrieron todo Estados Unidos y se convirtieron en los responsables de casi 400.000 lobotomías en todo el mundo. El propio Walter realizó alrededor de 3.500 en EE.UU.

Las recomendaciones para someterse a esta operación residia en trastornos que iban desde la depresión a la psicopatía, pasando por la depresión, la neurosis y, en definitiva, a todo tipo de alteraciones neuropsiquiátricas.

Se debe de reconocer que Freeman mantiene cierta censura y ecuanimidad en sus publicaciones, sin mencionar los casos de fallecimiento, crisis epilépticas, hemorrágias, apatía, trastornos de conducta, anhedonia, entre muchos otros efectos secundarios.

El auge de la lobotomía termina en la decada de los 60 con la aparición de la psicofarmacología.

Es importante contextualizar el momento de la historia en el que ocurrió para comprender por que la lobotomía fue aceptada y divulgada con tanta notoriedad.

Actualmente parece una aberración el ni siquiera replantearse el hecho de introducir un picahielo por el globo ocular de alguien para seccionar una parte de su cerebro y así convertirlo a una persona manejable y sumisa.

El campo de la psiquiatría se encontraba con un campo de acción muy limitado hasta mediados del siglo XX. Aún no existía la psicofarmacología y se crearon las primeras instituciones mentales a mediados del siglo XIX con la principal función de aislarlos de la población "sana". Eran unos centros superpoblados que subsistían sin recursos terapéuticos para manejar la agresividad, los trastornos de conducta y las manifestaciones psicóticas, entre otras muchas alteraciones mentales.

La lobotomía surge en un contexto histórico de desesperación médica, frustración terapéutica y la ilusoria resolución del manejo de la psiquiatría de una manera rápida, fácil y supuestamente eficaz.

Fue vendida a través entusiasmo, énfasis y vehemencia que caracterizaba a Walter Freeman.

Bibliografía

Hernández, D., Manuel, Z. D. J., & Roberto, R. Historia de la psicocirugía. Lobotomía: del Premio Nobel al oprobio.

Porter, R. (2003). Breve historia de la locura.

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